viernes, 14 de diciembre de 2007

CAUSALIDAD O CASUALIDAD


Todavía no se cual de los 2 es la respuesta, pero el deseo, la exitación y la lujuria estaba presente en nuestro alrededor.
Algo me ínsito fijar mi mirada en otro lugar, y fue ahí donde nuestras miradas se cruzaron, me quede anonadada al verte...al ver como emanaba sensualidad en ti. Tenia que conocerte; pensaba presentarme....pero nuestra introducción fue diferente. Nos unieron sin querer; cruzamos cuantas ideologías....hasta que nuestra verdadera presentación comenzo; ahí te conocí y tu a mi, dejandote llevar y yo impulsada por mis deseos hacia ti.
Tu aroma me enloqueció, mis labios al sentir el sabor de tu piel me atrapo; tocabas mis manos y hacías que perdiera la fuerza en mis piernas. Mis deseos fueron la causante de quererte toda. Mis senos rozaban tu espalda, hasta que mis manos usaron como excusa tus caderas para pegarte hacia mi, y poder llegar a tus piernas; ellas las recorrieron, pasando dentro de tu falda...lentamente me acercaba tu sin decirme nada,pero fueron tus expresiones las q me daban permiso para continuar, accedí a tus deseos de proseguir. Mis manos inquietas siguieron recorriendo hasta llegar a lo único que nos dividía , esa diminuta prenda que llevabas, deseaba arrancartela, pero disidí en recorrerla minuciosamente e introducir mi mano lentamente hasta que sentí esa parte tuya tan deseada...tu e igual que yo estábamos envueltas en ese momento que hasta olvidamos por un momento que teníamos personas a nuestro alrededor. Yo queriendo probar tu exitación, solo pude degustar lo que logre recorrer, y oh dios! fue lo mas delicioso que había probado, tu estabas deseando que continuara y yo con con las ganas de tomarte y hacerte en ese momento mía, pero el lugar nos impedía, pero ambas sabíamos que esto no se iba quedar así. Y desde ahí solo quería saborearte, sentir tu sexo, sentir tus labios y sobre todo en bañarme de tu aroma.

jueves, 13 de diciembre de 2007

16 de febrero. Así lo vivió ella...

Mi primera mirada: Llego al aeropuerto. Estoy nerviosa. Te siento ya cerca de mí. Al otro lado de la puerta estas esperándome. Mi corazón se acelera. Siento tu mirada clavada en la puerta. Tan sólo ella nos separa. Unos pasos más. La puerta se abre ante nosotras dejando paso a un calor que me invade. Tu mirada y la mía se cruzan por primera vez. La emoción me desborda. Mi sexo responde. Cierro los ojos un segundo. Despacio atrapo ese instante en mi mente para encerrarlo dentro de mí, para guardarlo con tantos recuerdos. Recuerdos compartidos con tanta pasión. Sentimiento que tus ojos muestran ante los míos. Mi mente me dice susurrante y ansiosa "Mírala. Conoces su mirada y sabes leer en ella aún siendo la primera vez que tus ojos ven los suyos. Sólo tú sabes entenderla. Deja que sus ojos entren dentro de ti y te devore. Muestra la emoción por verla".
Mi primer contacto: Después de un año hablando en la distancia ya no hay separación. Estás frente a mí. Tan solo con levantar mis manos tu cuerpo y el mío se rozan por primera vez. Ya no hay distancia entre las dos. Ni tan si quiera el aire nos separa. Tus brazos se levantan temblorosos para arroparme con ellos por primera vez. Mis manos se acercan a las tuyas. Mis dedos se entrelazan con los tuyos. Mi cuerpo va solo hacia el tuyo. Siento un cosquilleo que me envuelve. El corazón se me acelera aún más que cuando nuestras miradas se han cruzado. Todo se desborda dentro de mí. Las piernas me tiemblan. Me abrazo fuerte a ti. Mi voz interior me dice: "Abrázala. Conoces sus brazos aún siendo la primera vez que sientes cómo te rozan sus manos suaves. Notas su ternura, su calor, su cariño. Abrázala fuerte. Cierra los ojos. Deja que tus piernas tiemblen de emoción. Estás entre sus brazos. No te soltará".
Mi primer beso: Me pasaría horas describiéndolo. Tantas porque aún lo saboreo. Acaricio mis labios con mi lengua. La tuya aparece en mi mente. Siento su roce con la mía. Me estremezco y mi piel se eriza. Mi voz me susurra mientras: "Bésala. Conoces el sabor de sus besos aún siendo la primera vez". Un calor intenso se posa entre mis piernas. La voz repite una y otra vez: ´"Déjate llevar. Permite que te invada por dentro. Entrégate a su deseo, a su anhelo, a su pasión. Cierra los ojos y deja que penetre dentro de ti".

Tú, Él y Yo






Nos sentamos los tres en la sala a tomar una copa. La habitación se impregna de una tensión sexual irrefrenable. Su mirada excitada se cruza con la nuestra. Te paseas provocadora delante de nosotros y te sientas frente a mí. Sabes leer en la mirada. Adivinas mis pensamientos. Sabes como provocar mi excitación y como dominar mis sentidos. Presientes lo que sucede en mi interior y lo mismo sucede con él. El silencio entre las dos es tenso y excitante. No pienso en nada hasta que él se acerca por detrás y me susurra: "Mírala, está preciosa y hoy quiere que entregues algo que está esperando ansiosa. Le podrías pedir lo que quisieras y ella te lo daría. Quiere entregarse a ti y me gusta verla así". Su voz varonil y la intensa mirada que nos observa me excitan aun más. Mi mente dibuja una imagen de ti y mi voz temblorosa te la cuenta: "Te deseo en este instante tumbada en la alfombra. Quiero verte semidesnuda y entregada a tus deseos. A los míos".
Sin dejar de mirarme, sonríes y me obedeces. Acaricias lentamente cada centímetro de tu cuerpo. Deslizas tus dedos hábiles por tu cuello con la mirada insinuante. Sé que estás mojada y logras encender aún más la pasión. Sin dejar de observarme, una de tus manos se dirige hacia los pechos mientras que la otra sigue el camino del deseo bajando por tu vientre. Tus piernas se separan ligeramente para recibir a esos dedos calientes que desean empaparse de la humedad del sexo que espera. Sin dejar de observarte me doy cuenta de que él está pegado a mi espalda. Siento su aliento en mi nuca y cómo suavemente desliza las manos sobre mis hombros buscando los pezones que tengo totalmente erguidos. - Te está llamando- murmura.- Mira su piel erizada por lo caliente que está al tenerte aquí con nosotros-Presto atención a sus palabras y decido acercarme a tu cuerpo. Estoy excitada y ansiosa de ti. Miles de palabras pasan por mi mente pero sólo son estas las que acierto a pronunciar: " Quiero meter dos dedos en tu interior, moverlos dentro de tu ardiente y húmeda vagina. Quiero que explotes en mis manos. Que derrames tu éxtasis entre mis dedos. Quiero saborear hasta la última gota que salga de tu cuerpo".
Mi voz te enloquece y tu respiración se acelera con ritmo jadeante. Apenas entre susurros me suplicas: " Ponte encima. Arráncame la ropa que llevo. Cógeme y muérdeme todo el cuerpo". Ahora disfrutaremos las dos del placer que la simple visión de nuestro juego le ha proporcionado. Ahora nos dedicaremos a provocarle con descaro y pasión. Durante las próximas horas desataremos más lujuria de la que le hemos regalado mientras nos miraba...

Desenfreno


















En este mismo instante sólo deseo apretar mi cuerpo contra tu espalda.
Aspirar el aroma que desprende la piel que sé que me desea.

En este mismo instante quiero que mi lengua recorra tu cuello
Que mis dientes se claven en tu nuca hasta inundarme de la intensidad del sudor que te invade.

En este mismo instante mis manos recorren tu pecho al tiempo que mis dedos aprisionan tus pezones hasta hacer gritar de dolor
gemir de placer...

Deseo tus labios


Estoy en blanco pero siento la necesidad de contarte algo. Durante la última hora he estado tratando de recordar historias para podértelas regalar pero las musas caprichosas no acuden a mí con la rapidez acostumbrada. Sin embargo siento un deseo incontrolado por besar tus labios. Sí. Esos que probé hace ya algún tiempo y a los que estoy enganchada por completo. Recuerdo su textura, su sabor, su calidez. Pienso en aquellos instantes en los que pasaba suavemente mi lengua sobre ellos y tú dejabas escapar un leve gemido. Aún puedo sentirlos aprisionados entre mis dientes al tiempo que mis manos acariciaban tu sexo abierto y húmedo por mí.Para mí.
Trato de pensar en otras cosas. Viene a mi mente el momento en que decidí no continuar siendo prisionera de tu cuerpo, de tu mente, de tus deseos, de tus pasiones, de tus caprichos. Me aferro a ese instante pero mi mirada se desvía ya hacia el teléfono. Una oleada de deseo incontrolado me invade. Sé que no debería pero mis dedos ya juguetean con mis labios invitándolos a regresar a los tuyos. Un hormigueo recorre todo mi cuerpo. Me complace saberme excitada. Voy a aventurarme a escuchar el sonido de tu voz...