jueves, 3 de enero de 2008

365 días



Un año. Doce meses. Trescientos sesenta y cinco días. Morbo, placer, deseo, ternura, pasión, sexo desenfrenado, locura, dolor, sufrimiento...

Un año. Doces meses. Trescientos sesenta y cinco días. Dudas, lágrimas, sonrisas, miles de palabras lanzadas al viento.

Un día, una hora, un minuto, un segundo... Este. ¡Ven aquí!

¿Un trago?





Hoy te ofrezco algo especial. Ahora vas a poder beber del elixir que tanto ansías. Este es el momento de sumergirte entre mis muslos y que sea tu lengua la que se aferre al punto exacto en el que nace el placer... la locura. En este mismo instante deso que tus dientes se aferren a mi sexo y que permanezcan ahí aunque yo te suplique lo contrario.

Pequeñas gotas de limón se deslizan ya por mi vientre. Separo un poco las piernas y te pregunto en voz alta: "¿Quieres?"

Inquietud












Traté de poner la mente en blanco y concentrarme sólo en el agua, en el perfume que desprendía el jabón, en cómo se deslizaba la esponja por el cuello, por mi pecho, por mis brazos. Sin apenas darme cuenta, mis manos se habían sumergido en el agua y percibí cómo todo el calor se había concentrado entre mis muslos. Sentí un agradable hormigueo que alteró mi respiración haciendo incluso que abriera los ojos. Me sorprendió bastante la reacción que estaba teniendo mi cuerpo pero, sin embargo, una fuerza en mi interior deseaba entregarse a ella por completo. Era algo nuevo, desconocido. Algo a lo que, por supuesto, temía. Algo en lo que, sin embargo, estaba dispuesta a adentrarme. Volví a cerrar los ojos pero justo en ese instante escuché cómo se cerraba la puerta de casa. Aaron había llegado.

*Este texto forma parte de la obra registrada "La letra azul", primera novela de la autora del blog recuerdos de LadyBourbon